
CONCEPCION.- Un motociclista y su hermana salvaron ayer su vida tras caer al pavimento en el puente sobre el río Gastona cuando se reventó la rueda trasera del rodado. El hecho generó un choque en cadena del que participaron dos camiones, un ómnibus y un auto Fiat Uno que quedó totalmente destrozado. Uno de los camiones frenó bruscamente para no arrollar a los hermanos que habían quedado tirados en la carretera. Entonces se precipitaron los restantes vehículos que lo seguían. El accidente, que dejó el saldo de cuatro heridos leves, motivó un caos en el tránsito de la ruta 38 durante casi cinco horas. A las 15.30 Alvaro Antonio Figueroa, de 29 años, domiciliado en Arcadia, circulaba en dirección al norte acompañado de su hermana Celeste, de 18 años. Cerca del puente, el hombre perdió el control de su vehículo al reventarse la rueda trasera. Así siguió en zigzag unos metros hasta él y su hermana cayeron pesadamente. "Sentí el reventón y me encontré en el suelo. Celeste está un poco golpeada. Es un milagro que nos hayamos salvado", comentó Alvaro. El chofer de un camión Ford arenero alcanzó a frenar, al advertir a los hermanos tirados sobre la calzada. Cerca circulaba el interno 1.550 de la empresa Vosa, con destino a Buenos Aires. Este transporte, conducido por Alejandro Herrero (38 años) también frenó, pero igual chocó contra la parte trasera del camión. La peor parte se la llevó el Fiat Uno, que quedó reducido a chatarra tras estrellarse contra la parte trasera del ómnibus y a su vez ser embestido desde atrás por un camión Mercedes Benz 1114, conducido por Luis Ledesma. En el Fiat estaban Roberto Rubio, de 63 años, y su hijo Roberto, de 29, ambos de Alberdi. Los dos fueron internados, pero anoche estaban fuera de peligro. Ledesma sufrió lesiones en el rostro. "Todavía estoy con el corazón en la boca. Parecía que caíamos al río. Después el ómnibus chocó al camión de adelante que esquivó a la gente de la moto" comentó Mirta Lucía Vays, de Alberdi, una de las pasajeras del Vosa.La ruta 38, entre Arcadia y Concepción, se transformó en una pesadilla. Una cola de tres kilómetros de vehículos se formó tanto hacia el norte como hacia el sur del puente. Se trata del único viaducto habilitado para pasar el Gastona. Pese a que el antiguo está clausurado, a raíz de las averías que sufrió en las últimas crecientes, numerosos automovilistas se lanzaron a la odisea de pasar los obstáculos de tierra que se puso para impedir el avance de autos y otros rodados de mayor porte.
Fuente: La Gaceta
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